jueves, 28 de junio de 2012







''Que paz, que bien''









''Un psiquiatra dijo

 que las canciones de amor

 sólo son una trampa

 cruel que alimenta 

las fantasías de la gente.''











El tic-tac entraba de nuevo en acción, mientras recorrías los caminos haciendo clac y demostrabas que poco a poco las lagrimas derrochadas eran 1% agua... y un 99% culpa tuya. Entonces dime ¿Por que estas tan triste? ¿Por que el olor a café en las frias mañanas que se nos presentan no te despierta con sonrisas que tirar al mundo?¿Sera quizás por que antepusiste lo hermoso a lo valioso?
Nuestro amor esta hecho pedazos de tantos arañazos que le damos, asesinos de la felicidad, de mezclar tantos buenos recuerdos con tanto humo, la verdad, ¿No te va a estallar el corazón de tanto pedir a gritos volver a ser quien era?
Ama, ama y ensancha el alma. Dale vueltas al reloj, mira como cae cada gota de arena, como se escapa entre tus dedos y la dejas marchar. Tic-tac, tic-tac.
El espacio es hueco vacío para aprender a echar de menos, pero tengo tantos trastos que ni se de donde sacarlo, y es que no se de donde meterlos, me dejas por aquí unos cuantos besos viejos, un abrazo inconcluso, un te quiero escrito en la acera y varios objetos que sin ti ya no valen nada; sin embargo no quiero tirarlos, el amor y el odio dejan grandes heridas, pero a diferencia del odio, el amor deja hermosas cicatrices, y las mías sin sanar aun esperan latentes que vengas a curarlas.
Pregúntame cual es su color favorito, que yo se responder y se que convertiste el azul en un simple color del cielo para que yo pudiese decir que mi color favorito, es el que este en tus ojos.




sábado, 23 de junio de 2012
















Málaga, Spain.










                                        -Paradójico.

Caluroso verano,

Verano, volver, querer y olvidar.






Sonreír más. Callar menos. Hablar, gritar, susurrar, cantar. Llorar es aburrido así que lo empezaré a hacer menos. Hacer promesas y cumplirlas. Cenar fuera de casa cada viernes. Salir. Ir al cine. Quedarme en casa sin hacer nada. Comer helado de chocolate hasta odiarlo. Escribir cartas que nunca mandaré.


Dibujar cosas que nunca van a existir. Fotografiar olores. Estar juntos. Abrazar. Echarte de menos. Viajar. Perderme.  Soñar. Sentirme bien conmigo mismo porque soy quien quiero ser y no quien me dicen que sea. Que todo me haga pensar en alguien. Pintar las paredes de mi habitación de verde, o azul o tal vez amarillas, algún color que me ponga de buen humor. No conocer los límites de las cosas y traspasarlos. Correr cuando hay que rendirse. Levantarse cuando hay que sentarse. Reír cuando hay que llorar.




Hacer feliz a la gente que se lo merece. Coleccionar cosas sin sentido, o mejor, coleccionar billetes de avión. No preguntarme el porque de las cosas. Sentirme especial. Tachar días del calendario habiendo aprendido algo nuevo. Intentar las cosas y conseguirlas. Conocer gente nueva. Saltar en paracaídas... vale, no, pero algún día de mi vida. Celebrar mi cumpleaños en algún sitio especial. Despertarme feliz.   Decir la verdad. Desear cosas que nunca podré tener. Ver amaneceres y atardeceres, solo o en compañía. Hablar horas por teléfono. Pasar horas interminables estudiando. Desayunar de un cola-cao como cada mañana de mi vida desde hace catorce años.  Ir a conciertos. Perder el tren. Comer tarde. Dejar de quejarme tanto. Montar a caballo. No despedirme nunca de nadie. Empezar las conversaciones yo. No esperar nada de nadie. Y... para empezar no está nada mal...   




Querido verano.









lunes, 11 de junio de 2012

Si tu magia ya no me hace efecto, ¿Cómo voy a continuar?


           


Con la colaboración de conspiraciones-caducadas.blogspot.com.es/ Raquel López Gaskarth.






Él___________________.


Corriendo por las calles de veleta, eran las 00:23 los relojes de las calles marcaban todos la misma hora, corriendo por el asfalto que olia a humedad. Debe ser que el hombre del tiempo hoy tambien esta enfadado con el sol. Nos ha dejado unas nubes que no se esfuman ni con fuertes ráfagas de viento. Buena noche hoy en el bar con los de siempre, hoy todos estaban felices, parece que la vida les sonríe a todos, dramatizan y experimentan sus vidas sin saber que les 'fallan o follan' por detrás. Yo corro al metro. Llego tarde, como siempre, el reloj de mi cabeza que debe ser que las manecillas no tienen el mecanismo adecuado. Cuenta atrás. Pasos fuertes, me dirijo firme y hacia adelante, con un paso ligero por si el tren ha salido ya a su próxima estación. Llevo el corazón en el vientre y mi canción favorita en mis cascos. Ya llegue a mi destino, bajo las escaleras del metro, que no funcionan. Como una vida que termina. Y llegué al andén. No había ni una sola persona en mi dirección. 'Próximo tren 6 minutos' leo en el cartel, y acto reflejo, en el andén de enfrente, veo una chica que le brilla tanto su pelo rubio como su estupenda sonrisa. 




Ella________________.


Hoy, no soy nadie, y eso es divertido. Pero no hace gracia. Si las calles están vacias es porque todo el mundo hoy es alguien, y eso, no es divertido. Pero ellos se ríen y se lo pasan bien, tienen a alguien con quién pasar los fríos días de diciembre. Oh, diciembre, que bien suena. Sin embargo, cuando llevas corriendo un buen rato a la nada más absoluta, donde seguiré siendo nadie, mientras que la temperatura desciende en lo que tu recorres metros,deja de sonar tan bien. 
Una boca de metro, es ideal.
Las palabras que me repetía mi madre cuando era pequeña resuenan en mi subcosciente: ''Ten cuidado, no hables con ningún desconocido, y ni se te ocurra irte con nadie''. Genial, porque hoy pienso incumplir cada una de esas palabras.
Bajo peldaño a peldaño, pero los ultimos tres escalones me los salto. Rebusco. Las monedas que te dan en el cambio del tabaco me vienen genial para sacar el billete, pero al no haber seguridad salto la barrera. Lo siento mamá estoy siendo una descuidada. Llego al andén, y el tren con destino a ''no se a dónde voy'' llega en 7 minutos. Me siento. Cuento los segundos exactos para contradecir una vez más el marcador de tiempo del metro. Al cabo de 68 segundos, las zapatillas desgastadas me han trasladado a un nuevo mundo, en el que sigo sin ser nadie, pero al menos no estoy sola. Ese chico está ahí, a menos de cinco metros. 






Él___________________.

Con la sonrisa por bandera, saco el móvil del boslillo y pauso la música, cuando pienso que hay cosas que es mejor no inmortalizar. 'El silencio mata'. Pero esta vez, los seis minutos se pasan fugaces y por mi parte no hay incomodidad. No me queda otra opción que mirarla. Con una camiseta que pone 'lo que hay en tu copa dice mucho de ti', que camufla sus lágrimas, parece estar segura, pero algo la preocupa. Creo que debe ser fuerte, pero supongo que siempre necesitarán que se lo recuerden. Cuatro minutos, parece mentira, dos minutos en silencio, con lo que a mi me suele ser de incómodo. Joder, estoy sonriendo. Y ella es la causante de esta estúpida sonrisa, de los oyuelos que se me forman, odio aparentar ser feliz. Asi que miro una vez más el cartel y dejo de pensar en esa chica. Me autoconvenzcode que tan solo es una ilusión. Miro al suelo. Me muevo en círculos. Estoy nervioso. No sé por qué. Tonterías.Pequeñas minucias. Me paro y me dejo caer en el banco de mi andén. Por una milésima de segundo, nuestras miradas se juntan, me quedo impresionado al ver esos ojos azules que se acercan a la luna. Simplemente es tan solo un espejísmo. Parece que la chica con el corazón en jet-lag se ve que no está nerviosa (al contrario de mi y de mi estúpido mecanísmo, es que joder, no podría ser en otro momento si no en este) ves, estaba en lo cierto cuando decía que era una chica fuerte.




Ella___________.

No le mires, vamos, no le mires.

Mierda, lo he echo. Para de mirarle, vamos, para.
Sigo mirandole. Estúpida cabeza, solo obedece, no te pido más. 
Es extraño, pero diciembre ahora suena mucho mejor desde que tengo a este chico delante
No se nada de él, nunca le he besado, nunca me he reido con él, nunca hemos visto una película juntos, nunca hemos hecho el amor juntos,  y sin embargo, en una mirada que hemos cruzado, he visto todas esas imágenes en mi cabeza. Ahora sí debería estar asustada. El tiempo pasa m u y  l e n t o  , mis emociones muy rápidas.
Sus manos son perfectas, y sus gustos musicales apuesto que tambien. El chico de ojos ''vamos se que me deseas'',esta tentando a la suerte, y yo, ahora soy alguien, soy la suerte. Soy sus vaqueros oscuros y su sonrisa blanca. Soy su camiseta mal planchada que lleva mucho tiempo en el armario. Soy quien el me pida
No le mires... Vale, mirale.
Le estoy mirando, nos estamos mirando, y los seis minutos que quedaban, han desaparecido en la perfección de sus dientes. Lo ha devorado mi propia vergüenza.








Él_____________.






2 minutos para perderla de vista, para envestir yo y mi sombra hacia las cuatro paredes de mi cuarto. Son esos momentos en los que no sabes que hacer; en los que por más que buscas, no encuentras la salida; en los que por mucho que esperas, el tiempo no pasa. No la miro, pero se que esta sonriendo. Me limito a mirar mis zapatos. A palpar las canciones que escuche en el camino en fuertes pisadas al suelo. Ya no domina el silencio. Se que ella le gusta la canción, no lo dudo. Y en el momento del estribillo, ella se incorpora a mi traqueteo con mis pies. Ves, estaba en lo cierto, ¡Sabía que le gustaría! No me puedo controlar, y la miro. Se me paso por la cabeza como sería tenerla todos los dias entre mis brazos, y como dice Edit Piaff en ´La vie en rose´, ''Coger su cintura y decirle cosas bonitas al oido'', como sería crecer junto a ella, viajar con ella, coleccionar billetes de avión, despertarse cada mañana y desayunar frente a ella, ver películas con ella, comer helado de chocolate hasta odiarlo, escuchar sus tonterias o hacer que las escucho. Odiarla hasta el punto de quererla más que a nada.


La canción termino hace exactamente 20 segundos. El silencio invade tanto el andén, como mi cuerpo.


Se escucha el chirrio de las vias, lo que hace que quiere decir que mi tren esta inminente. Me pienso dos veces si cogerlo o esperar al siguiente. No la veo, ni aun su pelo rubio como los rayos del sol se diferencian tras los ventanales del metro. ¿Donde estas? ¿Te marchastes?. Ahora se escucha solo el sonido de el tren que se va hacia su próxima estación. Silencio. Roto por mi suspiro al ver que sigues tras esos 5 metros de mi.









Ella____________.






El tren se aproxima lleno de personas sin rostro. Él se incorpora sin dejar de marcar el ritmo con sus zapatillas.

Perfecto, supongo que jamás volveré a verle, con el tiempo me olvidaré de ese chico, me casaré con otra persona y de vez en cuando pensaré en como podría haber sido mi vida con el chico sin nombre que equivale a la perfección. 
He dejado de verle, una cortina de metal sobre las vías ha creado un vacío en mi estómago, no tengo hambre, solo sentimientos.
El tren arranca y bajo la mirada al suelo rastreando el suelo del andén en busca de un pequeño resquicio de felicidad, hasta que lo encuentro.
Deja de sonreír, vamos, deja de sonreír. Ya da igual, sonríe, te ha visto.
Sigue ahí, no ha cogido ese tren, no entiendo nada, está jugando a ser dios sin saberlo, está jugando con la suerte a las cartas y va de farol, pero va a ganar, siempre lo hace.







El___________.




Pero todo fluye, ella esta ahí, su tren llega en 1 minuto. Un minuto para perderte de vista... o no. Pienso que ojalá no tomases la decisión de irte por la primera salida que te venga hacia ti. Huir no es de valientes. Por un momento pense...., que me acompañaras a ver el cielo estrellado y harás que mis navidades no sean como fueron siempre, frías. Haremos noches inolvidables, construiremos momentos mágicos y me ayudaras a tachar paso a paso cosas de mi lista. Te daré la mano cuando más lo necesites y compartiremos sueños y deseos. Pero todo depende de ti. Y de el tren que se acerca a nosotros. 








Ella____________.





La luz del fondo del túnel se abalanza hacia mi, quizás esté a punto de tomar la decisión más importante de mi noche, una noche en la que no habría oscuridad ni frío de invierno, en la que los suspiros harán de banda sonora y yo recorreré cada lunar con los dedos por su espalda, daré pasos de astronauta por cada centímetro de su piel. 
Las puertas se han abierto, las personas sin rostro me miran, lo sé. Pero no voy a coger ese tren, porque ahora, soy capaz de elegir un capítulo de mi vida, el cual está escrito con pluma y tinta, con la caligrafía más complicada y sin una sola falta de ortografía, que perdurará y perdurará. 
Suena el silbato, el disparo de salida hacia un mundo de emociones que desconocía hasta ahora. Y detrás de toneladas de metal rellenas de personas que no sienten ni padecen, está él, mirándome de nuevo. Sonríe, arde, quema. Su sonrisa es equivalente a una botella de tequila, te confunde y calienta a los monstruos de tus entrañas.

Exacto, mírame, soy yo, somos tú y yo. Separados por 5 metros que son abismo y miedo. Vayámonos lejos de aquí, a donde me digas.














El__________.






Sigue allí, tengo mis dudas sobre porque sigue aquí. Cuando regreso al mundo de la fugacidad. Seguimos dos tontos en un tren, separados. Por 5 metros. Nada más y nada menos. Sonrio y pienso 'Un tequila por cada duda'. Sin pensarlo dos veces, me levanto y corro hacia las vias. 'Quien no arriesga no gana' y salto a las vias. En este momento debe de estar pensando que estoy loco. Y cuando me dispongo a cruzar a su andén, no consigo elevarme los suficiente. Sonrio y digo: 'Rubia, ¿Me ayudas?.'





Ella__________.




Cuando quiero darme cuenta, o quizás no quiero, ese chico, por el que llevo más de 10 minutos sentada en un andén, está pisando las vías con sus pies. Podría pensar que está loco, y así lo hago, sin embargo, le encuentro la perfección 
a cada paso que da, y cada gesto que hace.
 Esos cinco metros de abismo han perdido su partida de cartas y parece que de nuevo, gana él. Me dirijo hacia él. Me está sonriendo. Mi corazón quiere salir corriendo, no aguanta. 





-Rubia, ¿Me ayudas? -Creo que soy la persona más feliz. Qué ridícula me siento.







La noche es joven, yo soy joven, él es joven, diciembre está de mi parteEn sus ojos indescifrables entiendo que no tiene miedo. Yo tampoco. Y entre pestañeo y pestañeo, ese chico está cada vez más cerca, parece olvidarse de los cinco metros mal colocados que hay entre él y yo. Sigue avanzando, nada le detiene, como la lluvia de abril que cae sin parar, sin que nada le pare. 


Tiendo la mano y acepta. Sus manos son ásperas y grandes, tienen fuerza, no me extraña que siempre gane a las cartas. Y ahí está, atravesando abismos y miedos, delante de mi, donde su sonrisa es el reflejo de la mía.







Él________.






Sencillo, la callé con un beso.
























Al final de todo ella ha llegado a llegar a ser alguien, 
y él sigue llegando tarde.







domingo, 3 de junio de 2012

Lo juro: no era nada bonito.









      Por no hablar de los kilometros... centímetro a centímetro. Milímetro a centímetro y centímetro a milímetro. 20 céntimetros. 20 centímetros que más o menos por decir que nos separan. La distancia. Tonterias. Idioteces. Es una estúpida escusa. En fin. Sigo mirándote, sí. Te miro, y asiento como si escuchase todo lo que me estás contando aún sin estar haciéndolo por aprovechar estos instantes para estudiarte, como a esas ecuaciones logarítmicas que jamás sabré resolver. A dos mil y pico kilómetros recorridos en silencio, calcúlales los segundos. De ahí sacas todas las palabras que no te digo, de esas los motivos que no te doy, y de los últimos los abrazos que merezco. O al menos los que necesito.




ADEMÁS.


Porque los recuerdos no siempre saben mal. A mi a veces me gusta catar aquello que antes era un momento que me hacía vivir más rápido, ¿Sabes? De esos que te hacen querer acelerar el ritmo mientras el tiempo para y todo queda entre risas, amigos y silencios. Recordar, sentir.



sábado, 2 de junio de 2012










El_______________________________________








Volver, ese mismo verbo viste mis pasos, tengo el corazón en el vientre y mi canción favorita en los cascos.
Mis nervios, temblores tontos, ni si quiera se esfuman y este frió ataca mis pulmones mientras camino.
Ya no llora el asfalto, el tiempo perdido se burla de mi a cada paso. 
El sol ya murió desde lo alto, la incertidumbre de si ella estará tras este camino o no, retumba en mi cabeza, me vuelve loco, ya no parezco ni humano.

¿Dónde sonrió el amor? Sobre su boca. ¿Y por que se iría? Fue mi culpa.

Ni si quiera los paisajes o el extremado deporte supera la poesía de su cuerpo. Que exagerado y soñador soy...  Sus piernas, eran la locura de mis noches. Joder, hablo como si fuese mía... Que ignorante eres, si ya ves tu mismo que su corazón se fue tras ese bulevar.
Le ofrecí palabras vacías, me deje llevar por el morbo necio, busque poesía en otra piel, ahora soy hermano del odio..
Estoy llegando ya, no veo su cabello, no siento su alma risueña... La brújula de mi interior me indica Norte, Sur, Este y Oeste.


Me siento perdido, no esta... 








Ella________________________________________
















Ahora ya no estoy. 

Mis pasos tan tristes como yo amainan; no puedo correr, no quiero irme, ni volver. Quiero buscar ese momento otra vez y gritar a cuatrocientos kilómetros de tu oído lo que los dos perdemos en tu partida, pero nada. Nada vale..
Llegar a casa solas no era mi plan para hoy, ni bajarme la cremallera del vestido debería ser un reto; pero aquí estoy, haciendo café calada por lágrimas y lluvia. 

Haciendo café y oliendo a pena. 

Haciéndome el café mientras empapo el parquet dejando huellas de puntillas, y con el iPhone en mano esperando que no me llames, y necesitando pedirte que no seas tan cobarde como yo, y vengas aquí. Ahora..

Que vuelvas y me salvesnos salves.